La menopausia es el momento que marca el final de los ciclos menstruales. Se diagnostica después de que transcurren doce meses sin que tengas un período menstrual. La menopausia puede producirse entre los 40 y 50 años, pero la edad promedio es a los 51 años en los Estados Unidos.
Descripción general
La menopausia es un proceso biológico natural. Sin embargo, los síntomas físicos, como los sofocos y los síntomas emocionales de la menopausia, pueden alterar el sueño, disminuir la energía o afectar la salud emocional. Hay muchos tratamientos eficaces disponibles: desde ajustes en el estilo de vida hasta terapia hormonal.
Síntomas
En los meses o años conducentes a la menopausia (perimenopausia), es posible que experimentes estos signos y síntomas:
- Períodos menstruales irregulares
- Sequedad vaginal
- Sofocos
- Escalofríos
- Sudores nocturnos
- Problemas de sueño
- Cambios en el estado de ánimo
- Aumento de peso y metabolismo lento
- Afinamiento del cabello y piel seca
- Pérdida de volumen en los senos
Los signos y síntomas, incluidos los cambios en la menstruación, pueden variar entre mujeres. Lo más probable es que experimentes algunas irregularidades en los períodos menstruales antes de que se corten.
No menstruar algún mes durante la perimenopausia es frecuente y esperable. Los períodos menstruales suelen saltarse un mes y regresar, o saltarse varios meses y luego comenzar ciclos mensuales nuevamente durante unos meses. Los períodos también suelen tener ciclos más breves, por lo tanto, son más seguidos. Pese a los períodos menstruales irregulares, el embarazo es posible. Si tuviste falta de un período menstrual y no estás segura de haber comenzado la transición menopáusica, considera hacerte una prueba de embarazo.
Cuándo debes consultar a un médico
Visita periódicamente a tu médico para el cuidado preventivo de tu salud y para ocuparte de toda inquietud de tipo médico. Sigue acudiendo a estas citas durante y después de la menopausia.
El cuidado preventivo de la salud a medida que envejeces consiste en realizar los exámenes de detección recomendados, como por ejemplo colonoscopia, mamografía y determinación del valor de los triglicéridos. El médico también podría recomendarte otros exámenes y pruebas, como por ejemplo exámenes de la glándula tiroides, si tus antecedentes lo justifican, y exámenes pélvicos y de las mamas.
Si tienes sangrado vaginal después de la menopausia, no dejes de consultar al médico.
Causas
La menopausia puede deberse a lo siguiente:
- El deterioro natural de las hormonas reproductivas. Al acercarte a los cuarenta años de edad, los ovarios comienzan a producir menos estrógeno y progesterona (las hormonas que regulan la menstruación), por lo que la fertilidad disminuye.
A los cuarenta años, los períodos menstruales pueden llegar a ser más largos o más cortos, más o menos intensos y más o menos frecuentes hasta que, al final, —en promedio, a los 51 años— dejas de tenerlos.
- Cirugía para extirpar los ovarios (ooforectomía). Los ovarios producen hormonas, como el estrógeno y la progesterona, que regulan el ciclo menstrual. La cirugía para extirpar los ovarios provoca la menopausia inmediata. Los períodos menstruales se detienen y es probable que tengas sofocos, así como otros signos y síntomas de la menopausia. Los signos y síntomas pueden ser graves, ya que estos cambios hormonales ocurren de forma abrupta en lugar de aparecer progresivamente durante varios años.
En general, la histerectomía (mediante la cual se extirpa el útero, pero no los ovarios), no provoca la menopausia de inmediato. A pesar de que ya no tienes períodos menstruales, los ovarios todavía liberan óvulos y siguen produciendo estrógeno y progesterona.
- Quimioterapia y radioterapia. Estas terapias contra el cáncer pueden inducir la menopausia, lo que provoca síntomas como sofocos durante el curso del tratamiento o poco después de este. La interrupción de la menstruación (y de la fertilidad) no siempre es permanente después de la quimioterapia, por lo que se recomienda seguir utilizando métodos anticonceptivos. La radioterapia solo afecta la función ovárica si la radiación se dirige a los ovarios. La radioterapia dirigida a otras partes del cuerpo, como el tejido mamario o la cabeza y el cuello, no afectará la función ovárica.
- Insuficiencia ovárica primaria. Cerca del 1 % de las mujeres experimenta la menopausia antes de los 40 años (menopausia prematura). La menopausia prematura puede ser el resultado de una insuficiencia ovárica prematura (cuando los ovarios no producen niveles normales de hormonas reproductivas) debido a factores genéticos o a una enfermedad autoinmunitaria. No obstante, en general, no se puede encontrar una causa de la menopausia prematura. A estas mujeres se les suele recomendar la terapia hormonal, al menos, hasta la edad normal de la menopausia con el fin de proteger el cerebro, el corazón y los huesos.
Complicaciones
Después de la menopausia, el riesgo de padecer ciertas enfermedades aumenta. Por ejemplo:
- Enfermedades cardíacas y de los vasos sanguíneos (cardiovasculares). Cuando los niveles de estrógeno disminuyen, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Las enfermedades cardíacas son la causa principal de muerte tanto en mujeres como en hombres. Por lo tanto, es importante hacer ejercicio regularmente, tener una dieta sana y mantener un peso normal. Consulta el médico acerca de cómo proteger tu corazón, por ejemplo, cómo reducir el colesterol o la presión arterial si es muy alta.
- Osteoporosis. Este trastorno hace que los huesos se tornen débiles y quebradizos, lo que genera mayor riesgo de fracturas. Durante los primeros años después de la menopausia, es posible que pierdas densidad ósea a un ritmo rápido, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis. Las mujeres posmenopáusicas con osteoporosis son especialmente susceptibles a fracturas de columna vertebral, caderas y muñecas.
- Incontinencia urinaria. A medida que los tejidos de la vagina y de la uretra pierden elasticidad, es posible que experimentes una fuerte necesidad frecuente y repentina de orinar seguida de una pérdida involuntaria de orina (incontinencia urinaria por urgencia) o pérdida de orina al toser, reír o levantarte (incontinencia por esfuerzo). Es posible que tengas infecciones de las vías urinarias con más frecuencia.
El fortalecimiento de los músculos del piso pélvico con ejercicios de Kegel y el uso de estrógeno vaginal tópico pueden ayudar a aliviar los síntomas de incontinencia. La terapia hormonal también puede ser una opción de tratamiento eficaz para los cambios vaginales y de las vías urinarias relacionados con la menopausia que pueden provocar incontinencia urinaria.
- Función sexual. La sequedad vaginal debida a disminución de la producción de humedad y la pérdida de elasticidad pueden causar malestar y un leve sangrado durante las relaciones sexuales. Además, la disminución de la sensibilidad puede reducir el deseo sexual (libido).
Los humectantes vaginales a base de agua y los lubricantes pueden ser útiles. Si un lubricante vaginal no es suficiente, a muchas mujeres les resulta útil usar un tratamiento de estrógeno vaginal local, disponible en crema, tableta o aro vaginal.
- Aumento de peso. Muchas mujeres aumentan de peso durante la transición menopáusica y después de la menopausia debido a que el metabolismo se torna más lento. Es posible que debas comer menos y hacer más ejercicio, simplemente para mantener el peso actual.
Diagnóstico
Los signos y síntomas de la menopausia por lo general son suficientes para avisarle a mayoría de las mujeres que han comenzado la transición menopáusica. Si tienes alguna inquietud acerca de los períodos menstruales irregulares o sofocos, consulta con tu médico. En algunos casos, es posible que te recomienden que te hagas otros estudios.
Por lo general, no se necesitan exámenes para diagnosticar la menopausia. Pero en determinadas circunstancias, es posible que el médico recomiende análisis de sangre para comprobar los niveles de estos valores:
- Hormona estimulante del folículo (FSH, por sus siglas en inglés) y estrógeno (estradiol), porque los niveles de FSH aumentan y los de estradiol disminuyen cuando se presenta la menopausia
- Hormona estimulante de la tiroides (TSH, por sus siglas en inglés), porque una tiroides con baja actividad (hipotiroidismo) puede causar síntomas parecidos a los de la menopausia
Se pueden conseguir pruebas caseras de venta libre para verificar los niveles de FSH en la orina. Las pruebas podrían indicarte si tienes niveles elevados de FSH y podrías estar en la perimenopausia o en la menopausia. Sin embargo, debido a que tus niveles de FSH suben y bajan durante el curso de tu ciclo menstrual, las pruebas caseras de FSH no pueden indicarte realmente si estás o no definitivamente en una etapa de la menopausia.
Tratamiento
La menopausia no requiere ningún tratamiento médico. En cambio, los tratamientos se enfocan en aliviar los signos o síntomas y en prevenir o manejar los trastornos crónicos que pueden producirse con el envejecimiento. Estos son algunos de los tratamientos:
Terapia hormonal. La terapia con estrógeno es la opción de tratamiento más eficaz para aliviar los sofocos menopáusicos. Según cuáles sean tus antecedentes médicos personales y familiares, el médico puede recomendarte estrógeno en la dosis más baja y durante el período más corto necesario para aliviar los síntomas. Si todavía tienes útero, necesitarás progestina además de estrógeno. El estrógeno también ayuda a prevenir la disminución de la masa ósea. La terapia hormonal durante períodos prolongados puede presentar algunos riesgos cardiovasculares y de cáncer de mama, pero comenzar con las hormonas en la época de la menopausia ha demostrado producir beneficios para algunas mujeres. Habla con el médico sobre los beneficios y riesgos de la terapia hormonal y si es una opción segura para ti.
- Estrógeno vaginal. Para aliviar la sequedad vaginal, se puede administrar estrógeno directamente en la vagina usando una crema vaginal, un óvulo o un anillo. Este tratamiento libera solo una pequeña cantidad de estrógeno, que absorben los tejidos vaginales. Esto puede ayudar a aliviar la sequedad vaginal, las molestias al tener relaciones sexuales y algunos síntomas urinarios.
- Antidepresivos en dosis bajas. Ciertos antidepresivos relacionados con la clase de medicamentos llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina pueden atenuar los sofocos menopáusicos. Un antidepresivo en dosis bajas para controlar los sofocos puede ser útil para las mujeres que no pueden tomar estrógeno por motivos de salud o que necesitan un antidepresivo para un trastorno del estado de ánimo.
- Gabapentina (Gralise, Horizant, Neurontin). La gabapentina está aprobada para el tratamiento de las convulsiones, pero también se ha demostrado que ayuda a reducir los sofocos. Este medicamento es útil en mujeres que no pueden hacer terapia con estrógeno y en aquellas que también tienen sofocos nocturnos.
- Clonidina (Catapres, Kapvay). La clonidina, una píldora o parche que se usa típicamente para tratar la presión arterial alta, podría proporcionar algún alivio de los sofocos.
- Fezolinetant (Veozah). Este medicamento es una opción sin hormonas para tratar los sofocos de la menopausia. Actúa bloqueando una vía del cerebro que ayuda a regular la temperatura corporal.
- Medicamentos para prevenir o tratar la osteoporosis. Según las necesidades individuales, los médicos pueden recomendar medicamentos para prevenir o tratar la osteoporosis. Hay varios medicamentos disponibles que ayudan a reducir la pérdida de la masa ósea y el riesgo de fracturas. El médico puede recetarte suplementos de vitamina D para ayudar a fortalecer los huesos.
Antes de decidir con respecto a cualquier forma de tratamiento, habla con el médico sobre tus opciones y sobre los riesgos y beneficios que cada una implica. Analiza tus opciones anualmente, ya que tus necesidades y opciones de tratamiento pueden cambiar.
Estilo de vida y remedios caseros
Afortunadamente, muchos de los signos y síntomas asociados con la menopausia son temporales. Puedes tomar estas medidas para ayudar a reducir o prevenir sus efectos:
- Calma los sofocos. Usa varias capas de ropa, bebe un vaso de agua fría o ve a algún lugar más fresco. Intenta identificar qué es lo que desencadena los sofocos. Para muchas mujeres, los desencadenantes pueden ser bebidas calientes, cafeína, comidas picantes, alcohol, estrés, tiempo caluroso y hasta una habitación cálida.
- Reduce el malestar vaginal. Prueba con un producto de venta libre como un lubricante vaginal acuoso (Astroglide, gel K-Y, Sliquid u otros) o una crema humectante o lubricante a base de silicona (Replens, K-Y Liquibeads, Sliquid u otras).
Trata de elegir productos que no contengan glicerina, ya que esta puede causar ardor o irritación si eres sensible a esta sustancia química. Mantenerte sexualmente activa también ayuda a disminuir el malestar vaginal, ya que incrementa el flujo de sangre a la vagina.
- Duerme lo suficiente. Evita la cafeína, ya que puede dificultar el sueño, y evita tomar demasiado alcohol porque este puede interrumpir el sueño. Haz ejercicio durante el día, pero no justo antes de dormir. Si los sofocos te alteran el sueño, quizá necesites buscar una manera de controlarlos antes de que puedas descansar bien.
- Practica técnicas de relajación. Técnicas como la respiración profunda, la respiración rítmica, la visualización dirigida, los masajes y la relajación muscular progresiva pueden ayudar a aliviar los síntomas menopáusicos. Puedes encontrar una variedad de libros y servicios en línea que muestran distintos ejercicios de relajación.
- Fortalece el piso pélvico. Los ejercicios para fortalecer los músculos del piso pélvico, llamados "ejercicios de Kegel", pueden mejorar algunos tipos de incontinencia urinaria.
- Adopta una alimentación equilibrada. Consume una variedad de frutas, verduras y cereales integrales. Limita el consumo de grasas saturadas, aceites y azúcares. Pregúntale al proveedor de atención médica si necesitas suplementos de calcio o de vitamina D como ayuda para cubrir la ingesta diaria recomendada.
- No fumes. Fumar aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, osteoporosis, cáncer y una serie de problemas de salud. Además, puede aumentar los sofocos y hacer que se adelante la menopausia.
- Haz ejercicio con regularidad. Haz ejercicio o actividad física de manera regular casi todos los días para protegerte contra las enfermedades cardíacas, la diabetes, la osteoporosis y otras enfermedades asociadas con la edad.
Medicina alternativa
Se promovieron diversos enfoques como ayudas para el control de los síntomas de la menopausia, pero pocos tienen evidencia científica que respalde las afirmaciones. Algunos tratamientos complementarios y alternativos que se estudiaron o que están en estudio son los siguientes:
- Estrógenos de las plantas (fitoestrógenos). Estos estrógenos se encuentran en forma natural en algunos alimentos. Hay dos tipos principales de fitoestrógenos: isoflavonas y lignanos. Las isoflavonas se encuentran en la soja, en las lentejas, en los garbanzos y en otras legumbres. Los lignanos se encuentran en la linaza, en los cereales integrales y en algunas frutas y verduras.
Aún no se ha comprobado si los estrógenos presentes en estos alimentos pueden aliviar los sofocos y otros síntomas menopáusicos, pero la mayoría de los estudios determinaron que no son eficaces. Las isoflavonas tienen algunos efectos débiles similares a los estrógenos, por lo tanto, si tuviste cáncer mamario, consulta con tu médico antes de complementar tu alimentación con píldoras de isoflavonas.
Se cree que la salvia contiene compuestos con efectos similares a los estrógenos, y hay evidencia contundente de que puede controlar eficazmente los síntomas de la menopausia. La hierba y sus aceites deben evitarse en personas alérgicas a la salvia y en mujeres embarazadas o que están amamantando. Usar con cuidado en personas con hipertensión arterial o epilepsia.
- Hormonas bioidénticas. Estas hormonas provienen de fuentes vegetales. El término "bioidéntico" implica que las hormonas del producto son químicamente idénticas a aquellas que produce tu organismo. En el mercado se pueden conseguir algunas hormonas bioidénticas aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). Sin embargo, muchas preparaciones son compuestos, es decir que se preparan en una farmacia según la prescripción de un médico, y no están reguladas por la FDA, por lo que la calidad y los riesgos podrían variar. No hay evidencia científica de que las hormonas bioidénticas funcionen mejor que la terapia hormonal tradicional para aliviar los síntomas de la menopausia. Tampoco hay evidencia de que sean menos riesgosas que la terapia hormonal tradicional.
- Cimífuga (cohosh negro). La cimífuga ha sido popular entre muchas mujeres que tienen síntomas menopáusicos. Sin embargo, hay poca evidencia acerca de la eficacia de la cimífuga, y el suplemento puede ser nocivo para el hígado e inseguro para las mujeres que tienen antecedentes de cáncer mamario.
- Yoga. No hay evidencia que respalde la práctica del yoga para reducir los síntomas de la menopausia. Sin embargo, los ejercicios de equilibrio como el yoga o el taichí pueden mejorar la fuerza y la coordinación, y ayudar a prevenir caídas que podrían provocar fracturas óseas. Consulta con tu médico antes de comenzar a practicar ejercicios de equilibrio. Considera tomar una clase para aprender a realizar las posturas y a llevar adelante técnicas de respiración adecuadas.
- Si bien la acupuntura puede tener algún beneficio temporal para ayudar a reducir los sofocos, las investigaciones no han demostrado mejoras significativas ni constantes. Se necesitan más investigaciones.
- Según investigaciones realizadas por el National Center for Complementary and Integrative Health (Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa) de los Institutos Nacionales de la Salud de los EE. UU., la hipnoterapia puede disminuir la incidencia de sofocos en algunas mujeres menopáusicas. Según el estudio, la hipnoterapia también ayudó a mejorar el sueño y disminuyó la interferencia en la vida diaria.
Es posible que hayas oído hablar de otros suplementos alimentarios, como clavo rojo, kava, dong quai, dehidroepiandrosterona, aceite de onagra y ñame silvestre (crema de progesterona natural), o que los hayas probado. No hay evidencia científica sobre su eficacia, y algunos de estos productos pueden ser nocivos.
Consulta con tu médico antes de tomar suplementos alimentarios o a base de hierbas para los síntomas menopáusicos. La FDA no regula los productos herbarios, y algunos pueden ser peligrosos o interactuar con otros medicamentos que tomes, lo que pone en riesgo tu salud.